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Actualmente el reloj ha dado su segunda campanada, lo que significa un cambio de escenario. Los periódicos hablan sobre casas de dulces, lobos y brujas robando niños. En caso de ver alguna actividad sospechosa, no olvides repostarlo con el Sheriff, si es que con el cambio lo encuentras.-La moda de las dos marca vestidos vaporosos, acento inglés y modales cordiales. No olviden señores, levantar su sombrero al saludar una dama!-
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Skin “Shine!” creado por Runa XIII e inspirado en la colección de tablillas de Nymphea “Keep it simple”. Un agradecimiento especial para Nymphea por su consentimiento. Paleta de color “198 Celebration!” por alfarroba en ColorLovers. Un agradecimiento especial a la Asistencia de Foroactivo y los tutoriales de Savage Themes y The Captain Knows Best. Las imagenes fueron sacadas de animes como danganrompa, peliculas de Disney y paginas como zerochan, pixiv y devianart; Créditos a sus respectivos autores. La trama fue inventada por las mentes locas de las administradoras, cualquier parecido con la realidad es una coincidencia.
El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Ephemeral :: Mundos :: Nightmare :: Campamentos
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El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Me encontraba abrazado a mis propias pertenencias la cuales no eran demasiadas, sin contar mi ropa deportiva la cual llevaba puesto en es momento, la bufanda y mis botas, solo tenia un cambio mas de ropa en aquel bolso,un viejo yukata negro para el verano con sandalias; sin contar esto, tenia un par de cosillas mas que resultaban útiles y mis armas. Las provisiones ya se me habían acabado.
Me acerque a este lugar con la esperanza de que alguien aquí fuera tan amable de cuidarme a cambio de, no se, protección o alguna cosa por el estilo; después de todo aquí todos deben cuidarse mientras duermen y yo me mantengo toda la noche en vela, solté un suspiro que fue llevado por el viento rápidamente.
Había unas cuantas tiendas de acampar, era un grupo muy grande, al menos serian unas treinta o cuarenta, esta es una gran caravana, viajan mas de cien personas, creo que lo hacen de esta manera porque no están sujetos a ninguna pandilla en particular por lo que así pueden mostrar una imagen mas fuerte y espantarlas; aunque a mis ojos, solo uno por decena realmente puede defenderse.
En fin, lo importante es que creí que entre tanta gente alguien me hospedaría, mi estomago ya esta haciendo sonidos extraños y este lugar no tiene mucha protección natural, debe haber cientos de kilometros hasta el monte mas cercano y no es muy alto, no hay un solo bosque denso así que el viento en la noche es demasiado fuerte para estar sin tienda.
Coloque el bolso en el suelo y puse mi cabeza sobre el usándolo de almohada, de esta manera podía observar el cielo nocturno.
-Que diablos esto es tremendamente aburrido.
Me sacudí de un lado para otro.
-Hace frío y tengo hambre y el suelo esta duro y, y...Ahhhhh
Comenzaba a hacer un berrinche pero me contuve, revolví mi cabello y me tranquilice un poco.
-Pensaba que ser un esclavo era sencillo, pero como diablos se supone que encuentre a un amo corriendo por allí en buscar de adoptar a alguien.
Tampoco es como si estuviera por morir, o como si estuviera dispuesto a hacerlo mientras sea honorablemente, pero resultaría incomodo tener que convertirme en un sucio ladrón o lago por ese estilo y aunque pelear fuera divertido (aparte de que se me da bien) convertirse en mercenario suena cansado, haces muchos enemigos que te molestan constantemente y no puedes parar de pensar en como conseguir dinero.
Me senté sobre el bolso y puse las espadas entre mis piernas.
Ya que por el momento conseguir otro amo que me tome por esclavo parece ser una tarea imposible, al menos así podría aparentar ser un soldado que vende sus servicios al que sea que le pague; un guardaespaldas o algo por el estilo.
Mientras mis ojos se mostraban perdidos en las muchas tiendas solté otro suspiro.
Me acerque a este lugar con la esperanza de que alguien aquí fuera tan amable de cuidarme a cambio de, no se, protección o alguna cosa por el estilo; después de todo aquí todos deben cuidarse mientras duermen y yo me mantengo toda la noche en vela, solté un suspiro que fue llevado por el viento rápidamente.
Había unas cuantas tiendas de acampar, era un grupo muy grande, al menos serian unas treinta o cuarenta, esta es una gran caravana, viajan mas de cien personas, creo que lo hacen de esta manera porque no están sujetos a ninguna pandilla en particular por lo que así pueden mostrar una imagen mas fuerte y espantarlas; aunque a mis ojos, solo uno por decena realmente puede defenderse.
En fin, lo importante es que creí que entre tanta gente alguien me hospedaría, mi estomago ya esta haciendo sonidos extraños y este lugar no tiene mucha protección natural, debe haber cientos de kilometros hasta el monte mas cercano y no es muy alto, no hay un solo bosque denso así que el viento en la noche es demasiado fuerte para estar sin tienda.
Coloque el bolso en el suelo y puse mi cabeza sobre el usándolo de almohada, de esta manera podía observar el cielo nocturno.
-Que diablos esto es tremendamente aburrido.
Me sacudí de un lado para otro.
-Hace frío y tengo hambre y el suelo esta duro y, y...Ahhhhh
Comenzaba a hacer un berrinche pero me contuve, revolví mi cabello y me tranquilice un poco.
-Pensaba que ser un esclavo era sencillo, pero como diablos se supone que encuentre a un amo corriendo por allí en buscar de adoptar a alguien.
Tampoco es como si estuviera por morir, o como si estuviera dispuesto a hacerlo mientras sea honorablemente, pero resultaría incomodo tener que convertirme en un sucio ladrón o lago por ese estilo y aunque pelear fuera divertido (aparte de que se me da bien) convertirse en mercenario suena cansado, haces muchos enemigos que te molestan constantemente y no puedes parar de pensar en como conseguir dinero.
Me senté sobre el bolso y puse las espadas entre mis piernas.
Ya que por el momento conseguir otro amo que me tome por esclavo parece ser una tarea imposible, al menos así podría aparentar ser un soldado que vende sus servicios al que sea que le pague; un guardaespaldas o algo por el estilo.
Mientras mis ojos se mostraban perdidos en las muchas tiendas solté otro suspiro.
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Todos los días había algo que hacer; sabotear peleas entre gremios,atemorizar a los contrabandistas,buscar jaleo en algún antro, asesinar al enemigo de todo quien pagase...
Ese día, en concreto, no iba a ser una excepción. A fin de cuentas, ¿qué tenía ese, de todos los días, en especial?
Incluso si fuera especial, de nada importaría, llegados a estas alturas. No había días especiales para aquellos que, como ella, siempre debían operar en silencio, sin rechistar, si querían conseguir algo beneficioso por una vez.
Una vez que salía de los sucios callejones y alrededores de la ciudad y se acercaba a la nada donde se encontraban los campamentos,se deshacía de su máscara de gas y la colgaba de su cintura, junto a otras tantas cosas.
A pesar de que se había manchado las botas y la chaqueta de sangre para un trabajo, aún no había acabado.
Un cliente ofrecía mucho dinero por la cabeza de un joven. No habían dado mucha información, ni fotos; se trataba de un chico joven narcotraficante que viajaba con su pandilla en una caravana, de cabello negro y ojos grises. Según su cliente, era fácilmente reconocible, ya que era el más joven del grupo y siempre dormía dentro de la caravana.
Su trabajo no era preguntar ''¿por qué quieres matarlo?'', ''¿qué te ha hecho?''. No, su trabajo era asentir, tragar, operar, recibir y marchar.
Sin embargo, ahora se encontraba subida a un árbol no muy lejos de la ubicación de la caravana, observando.
Ciertamente, parecía ser que todos había abandonado la caravana para ir a descansar en tiendas de campaña; todos, menos uno. Según su información, habían 45 personas en el grupo. Había visto, sin embargo, cómo algunos compartían tienda, por lo que parecían menos, si no habías estado ahí plantado por horas como ella, observándolos.
Justo cuando se disponía a ir a la tienda y terminar su último trabajo del día, vio a un chico tumbarse fuera de la tienda de campaña.
Al momento, pensó que debería tratarse de alguien haciendo guardia; sin embargo, no le había visto salir de la tienda de campaña. Y ya había contado las 45 personas del grupo; ¿podría ser que hubiesen contratado a alguien para hacerles guardia mientras dormían?
Bajándose del árbol, se acercó un poco más, agachada, manteniendo el perfil bajo.
Iba, pensó, a cobrarle más al cliente. Lo que se dispuso a hacer, a continuación, fue ir hacia las tiendas de campaña, arropada por la oscuridad de la noche como camuflaje, y con una simple caja de cerillas para encender el tabaco que portaba uno de los hombres que allí dormían, incendió el campamento.
Si armaba jaleo, el muchacho que hacía guardia en la caravana debería ir a ayudarles, y tendría paso libre para deshacerse del chaval que dormía en el vehículo.
Entonces, corrió hacia la caravana, entre todo el jaleo del campamento despertándose y gritando.
Ese día, en concreto, no iba a ser una excepción. A fin de cuentas, ¿qué tenía ese, de todos los días, en especial?
Incluso si fuera especial, de nada importaría, llegados a estas alturas. No había días especiales para aquellos que, como ella, siempre debían operar en silencio, sin rechistar, si querían conseguir algo beneficioso por una vez.
Una vez que salía de los sucios callejones y alrededores de la ciudad y se acercaba a la nada donde se encontraban los campamentos,se deshacía de su máscara de gas y la colgaba de su cintura, junto a otras tantas cosas.
A pesar de que se había manchado las botas y la chaqueta de sangre para un trabajo, aún no había acabado.
Un cliente ofrecía mucho dinero por la cabeza de un joven. No habían dado mucha información, ni fotos; se trataba de un chico joven narcotraficante que viajaba con su pandilla en una caravana, de cabello negro y ojos grises. Según su cliente, era fácilmente reconocible, ya que era el más joven del grupo y siempre dormía dentro de la caravana.
Su trabajo no era preguntar ''¿por qué quieres matarlo?'', ''¿qué te ha hecho?''. No, su trabajo era asentir, tragar, operar, recibir y marchar.
Sin embargo, ahora se encontraba subida a un árbol no muy lejos de la ubicación de la caravana, observando.
Ciertamente, parecía ser que todos había abandonado la caravana para ir a descansar en tiendas de campaña; todos, menos uno. Según su información, habían 45 personas en el grupo. Había visto, sin embargo, cómo algunos compartían tienda, por lo que parecían menos, si no habías estado ahí plantado por horas como ella, observándolos.
Justo cuando se disponía a ir a la tienda y terminar su último trabajo del día, vio a un chico tumbarse fuera de la tienda de campaña.
Al momento, pensó que debería tratarse de alguien haciendo guardia; sin embargo, no le había visto salir de la tienda de campaña. Y ya había contado las 45 personas del grupo; ¿podría ser que hubiesen contratado a alguien para hacerles guardia mientras dormían?
Bajándose del árbol, se acercó un poco más, agachada, manteniendo el perfil bajo.
Iba, pensó, a cobrarle más al cliente. Lo que se dispuso a hacer, a continuación, fue ir hacia las tiendas de campaña, arropada por la oscuridad de la noche como camuflaje, y con una simple caja de cerillas para encender el tabaco que portaba uno de los hombres que allí dormían, incendió el campamento.
Si armaba jaleo, el muchacho que hacía guardia en la caravana debería ir a ayudarles, y tendría paso libre para deshacerse del chaval que dormía en el vehículo.
Entonces, corrió hacia la caravana, entre todo el jaleo del campamento despertándose y gritando.
- off:
- Espero que no te moleste que responda a tu rol ^^
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Después de haber recargado el combustible en aquella ciudad y ponerme de nuevo en marcha y buscar personas con las que crear una comunidad fuerte y unida con la que poder sobrevivir en este jodido mundo. Y a decir verdad, era muy difícil encontrar personas sin alineación que simplemente quisieran sobrevivir y hacerse poderosos sin involucrarse en guerras, la mayoría estaban apoyando al gobierno o a alguna pandilla, y ambas facciones eran demasiado ambiciosas y violentas, por no decir que no me fiaba de ninguna de ellas.
Así que, estaba montando a Roadyag, mientras mascaba el palo del polo que me había tomado hace un rato y escuchaba otra pista de su lista de reproducción. Ya era de noche y la única luz que podía ver era la de las estrellas, la luna, y la del faro en la carretera. Eso hasta que vi a mi izquierda una columna de humo donde se reflejaban los colores de un fuego. Y si había un fuego, ¡habrían personas!
Giré el manillar en seco, haciendo derrapar sobre el terreno a RoadYag y volví a apretar el acelerador para dirigirme al origen del fuego: un campamento. Al aproximarme al campamento, compuesto por unas cuantas tiendas y caravanas, volví a derrapar para dejar la moto parada en un lugar a la vez que le sacaba las llaves y saltaba de ella. La había dejado cerca de una caravana que no se había incendiado y en la que había un chico con una espada cerca.
-¡Échale un ojo mientras ayudo por aquí!- Le grité al chico mientras corría hacia la zona mas afectada por el incendio. Masqué con fuerza el palo y le dí una vuelta en mi boca.
Una vez allí, ayudé en todo lo que pude a las personas que se habían quedado atrapadas en el fuego y les di indicaciones para que fueran a un lugar seguro. También transporté a aquellos heridos que no podían moverse del todo. Mientras tanto, en mi cabeza no podía dejar de preguntarme el origen del fuego, todo esto me estaba dando un mal presentimiento.
"El chico de antes...¿estará bien?"-pensaba a cada rato, preocupado a la vez por él, y por mi chopper.
Así que, estaba montando a Roadyag, mientras mascaba el palo del polo que me había tomado hace un rato y escuchaba otra pista de su lista de reproducción. Ya era de noche y la única luz que podía ver era la de las estrellas, la luna, y la del faro en la carretera. Eso hasta que vi a mi izquierda una columna de humo donde se reflejaban los colores de un fuego. Y si había un fuego, ¡habrían personas!
- Musica de Bluster:
Giré el manillar en seco, haciendo derrapar sobre el terreno a RoadYag y volví a apretar el acelerador para dirigirme al origen del fuego: un campamento. Al aproximarme al campamento, compuesto por unas cuantas tiendas y caravanas, volví a derrapar para dejar la moto parada en un lugar a la vez que le sacaba las llaves y saltaba de ella. La había dejado cerca de una caravana que no se había incendiado y en la que había un chico con una espada cerca.
-¡Échale un ojo mientras ayudo por aquí!- Le grité al chico mientras corría hacia la zona mas afectada por el incendio. Masqué con fuerza el palo y le dí una vuelta en mi boca.
Una vez allí, ayudé en todo lo que pude a las personas que se habían quedado atrapadas en el fuego y les di indicaciones para que fueran a un lugar seguro. También transporté a aquellos heridos que no podían moverse del todo. Mientras tanto, en mi cabeza no podía dejar de preguntarme el origen del fuego, todo esto me estaba dando un mal presentimiento.
"El chico de antes...¿estará bien?"-pensaba a cada rato, preocupado a la vez por él, y por mi chopper.
- Off:
- Jeje, yo también me uno ;)
Casi no me creo que por fin haya actividad en el foro
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Mis ojos seguían viendo un punto en la nada, cuando vi movimientos extraños por el lugar.
¿Ese quien es?
Hacia ya unos días viajaba con ellos y creo que fui el único que se tomo la molestia de hablar uno por uno con ellos para intentar buscar un amo, por lo menos había sido capaz de verlos al rostro; sin embargo, la silueta negra no me dejo distinguir siquiera si se trataba de un hombre o mujer; es bastante alto, debe ser un tipo.
Luego de un par de minutos una luz se vio a lo lejos, que irrespetuoso que prendan una fogata tan en la noche, que mal por sus vecinos, pero cuando los gritos estallaron me di cuenta que algo malo había pasado.
Las llamas se devoraban muchas de las tiendas; sin embargo no había fogatas...¿que hacia alguien paseando a esta hora?, es peligroso moverse solo y de noche... al menos que la persona mas peligrosa seas tu mismo.
Suspire y coloque la palma de mi mano en mi rostro, tarde demasiado en darme cuenta, que aquel muchacho de negro probablemente tuviera algo que ver.
Me puse de pie y coloque ambas espadas en mi cintura; me estire por unos segundos y cuando me disponía a irme otro forastero llego a toda velocidad en una motocicleta.
El incendiario debe ser su compañero; cuando se acerco hacia mi pensé que era inevitable que me enfrentara, yo estaba afuera de las tiendas y alejado, ¿se habrán dado cuenta que soy un potencial testigo? bueno no es como si fuera el primer mercenario que me intenta matar, entonces sus palabras me desorientaron ¿en una trampa? no, su mirada y voz suenan preocupadas, que raro, realmente esta es una casualidad.
Mire la motocicleta a lo lejos; no tenia las llaves puestas, diablos no la puedo tomar prestada.
Rasque mi cabeza mientras pensaba.
No hay donde esconderse por aquí, hay apenas unos arboles y ahora que probablemente los grupos de aquí se separaran, el pirómano se escapara con alguno, debería encontrarla antes de eso.
Un momento, por que debería hacer algo así, no soy un justiciero ni nada por el estilo, que tontería estoy pensando, aunque podría ser bastante entretenido...bueno supongo que sin pensar en el por que de la acción decidiré buscarla; seguí el camino del chico de cabello blanco.
Cuando estaba a unos cuantos metros cerca de el.
-Creo que podríamos ayudar de otra manera.
Tenia una sonrisa amable en mi rostro y un tono juguetón en mi voz, levante mi dedo indice en señal de que tenia un plan.
-Estoy bastante seguro de saber quien fue el que hizo esto, pero a pie no lo alcanzare, si me llevas podremos...."charlar" con el.
Cuando dije esa palabra fue diferente al resto; realmente no podía identificarlo, pero ahí estaba el truco, yo podía identificar a todos aquí, menos a uno, a quien no conociera seria el culpable, ya me siento detective, esto sera muy divertido.
-¿Me podrías llevar a dar unas vueltas alrededor del grupo?
Si es un mercenario y viaja solo, tendrá la suficiente astucia para entender cual era mi idea.
Pero supongo que debería pensar que haré cuando los tres nos encontremos, no es como si fuera a convertirme en un héroe y pelearía con el, simplemente lo hago por curiosidad...
Quizás hasta uno de estos dos nuevos extraños quiera tener un ayudante.
¿Ese quien es?
Hacia ya unos días viajaba con ellos y creo que fui el único que se tomo la molestia de hablar uno por uno con ellos para intentar buscar un amo, por lo menos había sido capaz de verlos al rostro; sin embargo, la silueta negra no me dejo distinguir siquiera si se trataba de un hombre o mujer; es bastante alto, debe ser un tipo.
Luego de un par de minutos una luz se vio a lo lejos, que irrespetuoso que prendan una fogata tan en la noche, que mal por sus vecinos, pero cuando los gritos estallaron me di cuenta que algo malo había pasado.
Las llamas se devoraban muchas de las tiendas; sin embargo no había fogatas...¿que hacia alguien paseando a esta hora?, es peligroso moverse solo y de noche... al menos que la persona mas peligrosa seas tu mismo.
Suspire y coloque la palma de mi mano en mi rostro, tarde demasiado en darme cuenta, que aquel muchacho de negro probablemente tuviera algo que ver.
Me puse de pie y coloque ambas espadas en mi cintura; me estire por unos segundos y cuando me disponía a irme otro forastero llego a toda velocidad en una motocicleta.
El incendiario debe ser su compañero; cuando se acerco hacia mi pensé que era inevitable que me enfrentara, yo estaba afuera de las tiendas y alejado, ¿se habrán dado cuenta que soy un potencial testigo? bueno no es como si fuera el primer mercenario que me intenta matar, entonces sus palabras me desorientaron ¿en una trampa? no, su mirada y voz suenan preocupadas, que raro, realmente esta es una casualidad.
Mire la motocicleta a lo lejos; no tenia las llaves puestas, diablos no la puedo tomar prestada.
Rasque mi cabeza mientras pensaba.
No hay donde esconderse por aquí, hay apenas unos arboles y ahora que probablemente los grupos de aquí se separaran, el pirómano se escapara con alguno, debería encontrarla antes de eso.
Un momento, por que debería hacer algo así, no soy un justiciero ni nada por el estilo, que tontería estoy pensando, aunque podría ser bastante entretenido...bueno supongo que sin pensar en el por que de la acción decidiré buscarla; seguí el camino del chico de cabello blanco.
Cuando estaba a unos cuantos metros cerca de el.
-Creo que podríamos ayudar de otra manera.
Tenia una sonrisa amable en mi rostro y un tono juguetón en mi voz, levante mi dedo indice en señal de que tenia un plan.
-Estoy bastante seguro de saber quien fue el que hizo esto, pero a pie no lo alcanzare, si me llevas podremos...."charlar" con el.
Cuando dije esa palabra fue diferente al resto; realmente no podía identificarlo, pero ahí estaba el truco, yo podía identificar a todos aquí, menos a uno, a quien no conociera seria el culpable, ya me siento detective, esto sera muy divertido.
-¿Me podrías llevar a dar unas vueltas alrededor del grupo?
Si es un mercenario y viaja solo, tendrá la suficiente astucia para entender cual era mi idea.
Pero supongo que debería pensar que haré cuando los tres nos encontremos, no es como si fuera a convertirme en un héroe y pelearía con el, simplemente lo hago por curiosidad...
Quizás hasta uno de estos dos nuevos extraños quiera tener un ayudante.
- OFF:
- Gracias a ambos por responder tan rápido ~~ espero que disfrutemos de la
caceríacof cof digo de la trama
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Quizás sus métodos eran de lo más bárbaro y menos refinado posible, pero, ¿es que a alguien le iba a importar? A ella, no.
Seguramente todos eran una pandilla de narcotraficantes que matan a chavales a base de sus adicciones, o cosas por el estilo.
La verdad, no le importa. Sólo pensaba en lo rápido que deseaba terminar para ir y lavarse toda la mierda que llevaba encima; era muy difícil sacar la sangre una vez seca de la ropa, y más aún, de sus dichosas piernas, ya que quitarlas y ponerlas era todo un trabajo.
Lo que no esperaba, sin embargo, era que alguien más estuviese allí. A lo lejos, desde su nuevo escondite, buscaba el origen de lo que parecía ser el fuerte sonido de una gran motocicleta, y en ella, rápidamente identificó un pelo albino. Era fácil reconocer a personas con tonos tan claros de cabello en la oscuridad, en realidad. Por ello, era, en su opinión, mucho más conveniente portar colores oscuros, como ella, que pudiesen difuminarse fácilmente; aunque, ahora, con la luz del fuego, ciertamente no había tanta oscuridad como antes.
Se mantuvo tumbada entre la maleza, atenta al siguiente movimiento del dúo. La llegada del albino, si bien era imprevista y bastante desconcertante el por qué habría siquiera alguien que estuviese dispuesto a presentarse voluntariamente para ayudar a completos extraños, ¡y gratis! --- no iba a detenerla.
El guardián de la caravana, sin embargo, se alejó en dirección del motociclista, lo cual sí figuraba en sus planes.
Sin más, saltó hacia la caravana, aferrándose con ambas manos al techo, colgando, de esta manera, del lado de la caravana que no encaraba al fuego. Impulsándose de esa forma, dio una, dos y tres patadas, saltando sobre el cristal de una ventana, hasta que éste cedió, finalmente resquebrajándose y rompiéndose.
El chaval se había despertado, y trataba de huir saliendo de la caravana. Al abrir la puerta, sin embargo, cayó rendido al suelo, apuñalado a su espalda.
-No deberías darle la espalda a alguien armado-gruñó, con su habitual voz seca, rota y afónica.
Sus ojos fueron al fuego, cuya intensidad había decrecido considerablemente, mas no en su plenitud , si bien aún seguía presente, alimentándose de las telas de las tiendas de campaña y cualquier pertenencia de los que estuviesen allí, impulsado además por la dirección del viento. Casi sintió lástima; pero ella no era el héroe de ninguna historia.
Cosas como la moral y el sentido de la justicia, sólo traían problemas.
Y sin embargo, pertenecía a una banda contra el gobierno por ''un futuro mejor''. Algo ''justo''.
Suspiró, arrancando del cuello del muchacho al que acababa de asesinar un collar de plata con una extraña forma de calavera de conejo colgando de él, seguramente el símbolo del grupo. Era bastante tétrico, pero aun así se lo guardó en los bolsillos, y se dispuso a marcharse cuando volvió a escuchar el sonido de la motocicleta.
No entendía por qué los héroes aún existirían.
Seguramente todos eran una pandilla de narcotraficantes que matan a chavales a base de sus adicciones, o cosas por el estilo.
La verdad, no le importa. Sólo pensaba en lo rápido que deseaba terminar para ir y lavarse toda la mierda que llevaba encima; era muy difícil sacar la sangre una vez seca de la ropa, y más aún, de sus dichosas piernas, ya que quitarlas y ponerlas era todo un trabajo.
Lo que no esperaba, sin embargo, era que alguien más estuviese allí. A lo lejos, desde su nuevo escondite, buscaba el origen de lo que parecía ser el fuerte sonido de una gran motocicleta, y en ella, rápidamente identificó un pelo albino. Era fácil reconocer a personas con tonos tan claros de cabello en la oscuridad, en realidad. Por ello, era, en su opinión, mucho más conveniente portar colores oscuros, como ella, que pudiesen difuminarse fácilmente; aunque, ahora, con la luz del fuego, ciertamente no había tanta oscuridad como antes.
Se mantuvo tumbada entre la maleza, atenta al siguiente movimiento del dúo. La llegada del albino, si bien era imprevista y bastante desconcertante el por qué habría siquiera alguien que estuviese dispuesto a presentarse voluntariamente para ayudar a completos extraños, ¡y gratis! --- no iba a detenerla.
El guardián de la caravana, sin embargo, se alejó en dirección del motociclista, lo cual sí figuraba en sus planes.
Sin más, saltó hacia la caravana, aferrándose con ambas manos al techo, colgando, de esta manera, del lado de la caravana que no encaraba al fuego. Impulsándose de esa forma, dio una, dos y tres patadas, saltando sobre el cristal de una ventana, hasta que éste cedió, finalmente resquebrajándose y rompiéndose.
El chaval se había despertado, y trataba de huir saliendo de la caravana. Al abrir la puerta, sin embargo, cayó rendido al suelo, apuñalado a su espalda.
-No deberías darle la espalda a alguien armado-gruñó, con su habitual voz seca, rota y afónica.
Sus ojos fueron al fuego, cuya intensidad había decrecido considerablemente, mas no en su plenitud , si bien aún seguía presente, alimentándose de las telas de las tiendas de campaña y cualquier pertenencia de los que estuviesen allí, impulsado además por la dirección del viento. Casi sintió lástima; pero ella no era el héroe de ninguna historia.
Cosas como la moral y el sentido de la justicia, sólo traían problemas.
Y sin embargo, pertenecía a una banda contra el gobierno por ''un futuro mejor''. Algo ''justo''.
Suspiró, arrancando del cuello del muchacho al que acababa de asesinar un collar de plata con una extraña forma de calavera de conejo colgando de él, seguramente el símbolo del grupo. Era bastante tétrico, pero aun así se lo guardó en los bolsillos, y se dispuso a marcharse cuando volvió a escuchar el sonido de la motocicleta.
No entendía por qué los héroes aún existirían.
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Mientras sacaba a un civil herido de un a tienda en llamas y lo llevaba cerca de donde estaba el chico al que le confié a RoadYag, escuché una voz que creí que iba dirigida hacía mi. ¡Era el chico! Me giré para escuchar lo que me decía, pensando en lo peor, que le hubiera pasado algo a Roadyag. Pero al verlo sonriente, pensé que no debían de ser malas noticias.
-Creo que podríamos ayudar de otra manera.Estoy bastante seguro de saber quien fue el que hizo esto, pero a pie no lo alcanzare, si me llevas podremos...."charlar" con él.-Como esperaba,no eran malas noticias,de hecho, era la respuesta de lo que me estaba preguntando hacía un momento. Al escuchar que íbamos a charlar con él, estaba claro que no íbamos tener una tranquila conversación.-¿Me podrías llevar a dar unas vueltas alrededor del grupo?-Sugirió el chico, para encontrar mas fácilmente al culpable. Me pareció una idea perfecta.
-¡Perfecto! Si ya sospechas de alguien, dudo mucho que se nos escape.-Dije mientras dejaba al herido cerca de los demás, en un sitio relativamente seguro.
Después, corrí hacía RoadYag, y antes de llegar a ella, en la caravana donde estaba el chico antes, estaban una chica vestida de negro con una espada en la mano y un cadáver en el suelo justo debajo de ella. Fruncí el ceño mientras me llevaba el brazo derecho hacia el mango de la espada y comprobaba si el chico estaba a mi lado.
-Creo que no hace falta que busquemos mas...- Le dije al chico con voz seria.- Y tu, mas vale que te expliques.-Dije acercándome un poco a la chica y adoptando una posición de combate, para reaccionar al mas mínimo movimiento suyo.- ¿¿Y no sabes que robar a los muertos está mal??
Estaba claro que algún día, mi chulería me iba a acabar pasando factura. Pero en esos momentos, lo único en lo que pensaba, era en no dejar que la chica se saliera con la suya, o al menos, no gratuitamente.
-Creo que podríamos ayudar de otra manera.Estoy bastante seguro de saber quien fue el que hizo esto, pero a pie no lo alcanzare, si me llevas podremos...."charlar" con él.-Como esperaba,no eran malas noticias,de hecho, era la respuesta de lo que me estaba preguntando hacía un momento. Al escuchar que íbamos a charlar con él, estaba claro que no íbamos tener una tranquila conversación.-¿Me podrías llevar a dar unas vueltas alrededor del grupo?-Sugirió el chico, para encontrar mas fácilmente al culpable. Me pareció una idea perfecta.
-¡Perfecto! Si ya sospechas de alguien, dudo mucho que se nos escape.-Dije mientras dejaba al herido cerca de los demás, en un sitio relativamente seguro.
Después, corrí hacía RoadYag, y antes de llegar a ella, en la caravana donde estaba el chico antes, estaban una chica vestida de negro con una espada en la mano y un cadáver en el suelo justo debajo de ella. Fruncí el ceño mientras me llevaba el brazo derecho hacia el mango de la espada y comprobaba si el chico estaba a mi lado.
-Creo que no hace falta que busquemos mas...- Le dije al chico con voz seria.- Y tu, mas vale que te expliques.-Dije acercándome un poco a la chica y adoptando una posición de combate, para reaccionar al mas mínimo movimiento suyo.- ¿¿Y no sabes que robar a los muertos está mal??
Estaba claro que algún día, mi chulería me iba a acabar pasando factura. Pero en esos momentos, lo único en lo que pensaba, era en no dejar que la chica se saliera con la suya, o al menos, no gratuitamente.
- OFF:
- WIIII AMOS A ENSEÑARLE QUE NO SE NOS IGNORA,SHASHA
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Por dios a este solo le falta una brillante armadura para ser un Héroe de esas famosas historias, hasta tiene una extraña aura de... ¿bondad? que raro es que gente así pueda vivir por estos lugares, como es que sobrevive, pelea por su moral o algo así.
Parecía aceptar mi plan, pero entonces un fuerte ruido vino de la caravana, al ver allí a la asesina y probable incendiaria, bueno me sentí decepcionado porque claramente no podría jugar al detective, fue hasta demasiado rápido, me esperaba una persecución, quizás realizar muchos planes y una gran lucha final, en fin no tuve tiempo siquiera de ilusionarme mucho, aunque wow, claramente no es un hombre, se le nota que es muy...digamos muy "mujer" para no entrar en detalles que no hace falta que mencione.
Así que ella lo mato, bueno no es como si fuera a llorarlo, ese tipo era en extremo arrogante, para sumarle a eso el se había negado a que me uniera muchas veces, pero era un cobarde así que cuando me sume a pesar de su negativa no volvió a enfrentarme.
Me aleje un par de pasos del motociclista y me dirigí hacia la caravana, la chica estaba en el centro por lo que pude entrar por la ventana y estar de todos modos a un par de metros de ella.
-Hola, bonita-chan...
Espero que esta chica no sea tan impulsiva como el de la motocicleta; tome un anillo de un mueble y me lo coloque.
-Vaya me queda bien...
Dije con tono sorprendido, luego carraspee y continué con mi tono juguetón habitual.
-Bueno no es como si un muerto se fuera a enojar, así que no vale la pena pelear por el.
Mire a ambos extranjeros, luego las pupilas negras de mi ojos azules se volvieron finas como las de un gato, mi sonrisa se volvió algo tétrica, mi voz mas profunda, mi sangre estaba un poco mas caliente.
-Sin embargo, quemar este lugar, fue algo excesivo ¿no?, si vas a usar alguna excusa patética como que era tu trabajo, puede ahorrártela.
Ya tenia las armas en mis manos.
Yo estaba con la ventana en mi espalda, ella no podría atravesarme y aunque lo hiciera el chico de cabellos blancos con esa gran espada probablemente la destrozaría; sin embargo, mi moral es... cuestionable, no es como si ya tuviera un bando, estaba emocionado, también quería trabar mis armas con aquel sujeto, "ser el villano que derrota justicieros" que bien suena.
Por un segundo mi tono se mostró juguetón, pero mi sonrisa y pupilas seguían siendo bastante macabras.
-Es tu momento de dar vuelta el juego.
La analogía era simple, esto no es mas que un juego, el bando del muchacho llevaba las de ganar, pero si lograba convencerme digamos que podríamos dar vuelta esta partida, los tres lucimos profesionales, un dos contra uno seria desparejo no importa como lo mires.
Ambas de mis armas apuntaban al suelo, mi próximo movimiento seria atacar a alguno de esos dos.
Reaccionaria frente al mas mínimo movimiento en falso de alguno de ellos.
Parecía aceptar mi plan, pero entonces un fuerte ruido vino de la caravana, al ver allí a la asesina y probable incendiaria, bueno me sentí decepcionado porque claramente no podría jugar al detective, fue hasta demasiado rápido, me esperaba una persecución, quizás realizar muchos planes y una gran lucha final, en fin no tuve tiempo siquiera de ilusionarme mucho, aunque wow, claramente no es un hombre, se le nota que es muy...digamos muy "mujer" para no entrar en detalles que no hace falta que mencione.
Así que ella lo mato, bueno no es como si fuera a llorarlo, ese tipo era en extremo arrogante, para sumarle a eso el se había negado a que me uniera muchas veces, pero era un cobarde así que cuando me sume a pesar de su negativa no volvió a enfrentarme.
Me aleje un par de pasos del motociclista y me dirigí hacia la caravana, la chica estaba en el centro por lo que pude entrar por la ventana y estar de todos modos a un par de metros de ella.
-Hola, bonita-chan...
Espero que esta chica no sea tan impulsiva como el de la motocicleta; tome un anillo de un mueble y me lo coloque.
-Vaya me queda bien...
Dije con tono sorprendido, luego carraspee y continué con mi tono juguetón habitual.
-Bueno no es como si un muerto se fuera a enojar, así que no vale la pena pelear por el.
Mire a ambos extranjeros, luego las pupilas negras de mi ojos azules se volvieron finas como las de un gato, mi sonrisa se volvió algo tétrica, mi voz mas profunda, mi sangre estaba un poco mas caliente.
-Sin embargo, quemar este lugar, fue algo excesivo ¿no?, si vas a usar alguna excusa patética como que era tu trabajo, puede ahorrártela.
Ya tenia las armas en mis manos.
Yo estaba con la ventana en mi espalda, ella no podría atravesarme y aunque lo hiciera el chico de cabellos blancos con esa gran espada probablemente la destrozaría; sin embargo, mi moral es... cuestionable, no es como si ya tuviera un bando, estaba emocionado, también quería trabar mis armas con aquel sujeto, "ser el villano que derrota justicieros" que bien suena.
Por un segundo mi tono se mostró juguetón, pero mi sonrisa y pupilas seguían siendo bastante macabras.
-Es tu momento de dar vuelta el juego.
La analogía era simple, esto no es mas que un juego, el bando del muchacho llevaba las de ganar, pero si lograba convencerme digamos que podríamos dar vuelta esta partida, los tres lucimos profesionales, un dos contra uno seria desparejo no importa como lo mires.
Ambas de mis armas apuntaban al suelo, mi próximo movimiento seria atacar a alguno de esos dos.
Reaccionaria frente al mas mínimo movimiento en falso de alguno de ellos.
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Era, sin embargo, alentador, que aún existiesen necios dispuestos a hacer de héroes, a interesarse por el bien común.
Quizás fue por eso que no huyó, incluso cuando escuchaba de sobra el sonido de la motocicleta acercarse. Porque tenía curiosidad; la misma que mató al gato, retuvo a la chica. Se arrepentiría.
Mantuvo, sujetando con ambas sus enormes garras, la gran pesada espada con la que había matado al chaval, fijando sus ojos, al instante, en el albino. El héroe en acción de la película; podía ver, en su postura, que no era un cualquiera que llevase una espada sin saber usarla. Estaba alerta a sus movimientos, era cauteloso; no era ningún aficionado.
A su espalda apareció otro chico, dentro de la caravana, entrando por la ventana rota que ella misma había utilizado. Evitando estar de espaldas a ninguno de ellos, se puso de lado, de modo que pudiera tener vigilados a ambos.
El segundo chico que hizo aparición ante ella, de cabello corto y negro, era el mismo guardián de la caravana que intentó ahuyentar. Su lealtad, sin embargo, quedó claramente definida como inexistente con la actitud que adoptaba el muchacho; algo predecible, pensó, pues ¿quién, aún en las profundidades de la desesperación, mantendría algo tan valioso como el valor y la moral? La lealtad ya no era lo mismo que antes.
Tomó aire, llenando sus pulmones, antes de comenzar a hablar.
Su voz, lentamente, emergía desde el fondo de su garganta, pesada, afónica, apenas con un hilo de estabilidad. Ahogada.
-Tu amigo no parece estar de acuerdo contigo-se dirigió al albino, manteniendo una expresión seria, atenta a sus movimientos-No tengo razones para luchar contra vosotros. No es el por qué estoy aquí.
Miró a ambos muchachos, quienes exigían una explicación.
Sin embargo, ¿qué explicación? ¿Era ella capaz de portar tal información? Hasta ahora, nunca había pedido una razón para actuar. Acataba las órdenes, sin indagar en la moral tras las peticiones de sus clientes; no era su trabajo preguntar. Tanto si fuera una causa 'justa', o no, de nada serviría; la 'justicia' era relativa, condicionada por las causas personales y sentidos morales de cada individuo.
¿Pensaba ella que ésto era justicia?
¿Pensaban ellos que estaban haciendo justicia?
Negó con la cabeza.
-Mira a tu amigo-indicó, con la barbilla, hacia el muchacho dentro de la caravana, volviendo a dirigirse al albino, para luego referirse a ambos-¿Creéis que esto es justicia? Tú, chico, eras su guardián, y te alegras de la muerte de tu amo, tomando sus joyas como premio.¿Es esta vuestra lealtad? Buscáis una explicación-suspiró-¿Implicáis pues que existen razones para tomar una vida?¿Es esa vuestra justicia?
Tensó los músculos, protegiéndose con la espada, sujetándola con firmeza con una garra, mientras que con la otra alzaba la cadena del collar que había tomado, para que ambos pudieran verla.
-Tomadla, si eso es lo que queréis; mantened el recuerdo de alguien que se ha ido, para bien o para mal. Todos nos vamos en algún momento, pero no todos tenemos alguien cargue nuestro recuerdo.-la dejó caer en el césped, en un punto medio entre los tres-pero-miró al chico que había tomado el anillo, frunciendo ligeramente el ceño-Portadles de algo de dignidad, aquellos quienes erais sus cercanos. Lamento decir, que esto nunca fue un juego.
Observaba, desconfiada, a ambos, con atención. A la vez que se cubría con su espada en caso de algún ataque a traición, se mantenía en alerta para poder ser capaz de contraarrestar; no los conocía, no confiaba en ninguno de aquellos ''héroes'', que creían perseguir nobles ideas, y que sin embargo no eran lejos de ser la misma rata de cloaca que ella era. Podía ver la situación en desventaja para ella; siendo ellos dos hombres armados, y ella una única persona, acorralada por ambos lados. Si trataba de hacer su camino con palabras, podría marchar en paz; si había que luchar, no pensaba cometer una imprudencia, pues sabía sus posibilidades de ganar en tal desventaja, y no conocía hasta qué punto llegaban las habilidades de sus adversarios.
Quizás fue por eso que no huyó, incluso cuando escuchaba de sobra el sonido de la motocicleta acercarse. Porque tenía curiosidad; la misma que mató al gato, retuvo a la chica. Se arrepentiría.
Mantuvo, sujetando con ambas sus enormes garras, la gran pesada espada con la que había matado al chaval, fijando sus ojos, al instante, en el albino. El héroe en acción de la película; podía ver, en su postura, que no era un cualquiera que llevase una espada sin saber usarla. Estaba alerta a sus movimientos, era cauteloso; no era ningún aficionado.
A su espalda apareció otro chico, dentro de la caravana, entrando por la ventana rota que ella misma había utilizado. Evitando estar de espaldas a ninguno de ellos, se puso de lado, de modo que pudiera tener vigilados a ambos.
El segundo chico que hizo aparición ante ella, de cabello corto y negro, era el mismo guardián de la caravana que intentó ahuyentar. Su lealtad, sin embargo, quedó claramente definida como inexistente con la actitud que adoptaba el muchacho; algo predecible, pensó, pues ¿quién, aún en las profundidades de la desesperación, mantendría algo tan valioso como el valor y la moral? La lealtad ya no era lo mismo que antes.
Tomó aire, llenando sus pulmones, antes de comenzar a hablar.
Su voz, lentamente, emergía desde el fondo de su garganta, pesada, afónica, apenas con un hilo de estabilidad. Ahogada.
-Tu amigo no parece estar de acuerdo contigo-se dirigió al albino, manteniendo una expresión seria, atenta a sus movimientos-No tengo razones para luchar contra vosotros. No es el por qué estoy aquí.
Miró a ambos muchachos, quienes exigían una explicación.
Sin embargo, ¿qué explicación? ¿Era ella capaz de portar tal información? Hasta ahora, nunca había pedido una razón para actuar. Acataba las órdenes, sin indagar en la moral tras las peticiones de sus clientes; no era su trabajo preguntar. Tanto si fuera una causa 'justa', o no, de nada serviría; la 'justicia' era relativa, condicionada por las causas personales y sentidos morales de cada individuo.
¿Pensaba ella que ésto era justicia?
¿Pensaban ellos que estaban haciendo justicia?
Negó con la cabeza.
-Mira a tu amigo-indicó, con la barbilla, hacia el muchacho dentro de la caravana, volviendo a dirigirse al albino, para luego referirse a ambos-¿Creéis que esto es justicia? Tú, chico, eras su guardián, y te alegras de la muerte de tu amo, tomando sus joyas como premio.¿Es esta vuestra lealtad? Buscáis una explicación-suspiró-¿Implicáis pues que existen razones para tomar una vida?¿Es esa vuestra justicia?
Tensó los músculos, protegiéndose con la espada, sujetándola con firmeza con una garra, mientras que con la otra alzaba la cadena del collar que había tomado, para que ambos pudieran verla.
-Tomadla, si eso es lo que queréis; mantened el recuerdo de alguien que se ha ido, para bien o para mal. Todos nos vamos en algún momento, pero no todos tenemos alguien cargue nuestro recuerdo.-la dejó caer en el césped, en un punto medio entre los tres-pero-miró al chico que había tomado el anillo, frunciendo ligeramente el ceño-Portadles de algo de dignidad, aquellos quienes erais sus cercanos. Lamento decir, que esto nunca fue un juego.
Observaba, desconfiada, a ambos, con atención. A la vez que se cubría con su espada en caso de algún ataque a traición, se mantenía en alerta para poder ser capaz de contraarrestar; no los conocía, no confiaba en ninguno de aquellos ''héroes'', que creían perseguir nobles ideas, y que sin embargo no eran lejos de ser la misma rata de cloaca que ella era. Podía ver la situación en desventaja para ella; siendo ellos dos hombres armados, y ella una única persona, acorralada por ambos lados. Si trataba de hacer su camino con palabras, podría marchar en paz; si había que luchar, no pensaba cometer una imprudencia, pues sabía sus posibilidades de ganar en tal desventaja, y no conocía hasta qué punto llegaban las habilidades de sus adversarios.
- off:
- Aquí se lía gorda, eh (?)
No me hagáis mucha pupita,¡que sois más!(?)
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
De un momento para otro, todo se había descontrolado. Al chico le había dado algo en el cerebro y se había empezado a descontrolar, robando a su difunto compañero y diciendo cosas raras. Rayos, incluso le había cambiado la cara. Me daba la sensación de que incluso podía tenerme algo de odio, por la manera en la que me miraba.
Y la otra... Bueno, la otra parecía mas cuerda que el otro. Aunque tampoco parecía muy normal. Lógicamente era una mercenaria que solo estaba aquí por el deseo de otra persona, ni que ella tuviera nada personal contra su victima, ni nada parecido. Cosa que yo entendía perfectamente, todo el mundo tiene que sobrevivir, y si ella había elegido ese camino,¿quien era yo para cuestionarselo?
-¿Justicia?No me hagas reír, por favor. -dije, contestando a la chica de negro- Por lo que he visto, la justicia no existe en este mundo y dudo mucho que pueda existir alguien capaz de impartirla correctamente hoy en día.-Solté el mango de la espada, y miré al resto de personas en el fondo, a las que había salvado. Estaban todos cuidándose los unos a los otros,comprobando si el de al lado estaba bien, o si faltaba alguien. Eso era una comunidad-No, yo no actúo en nombre de la justicia. Yo actúo por mi mismo para proteger mis propios intereses. Igual que todo el jodido mundo.
-Mirad, no pienso luchar contra gente sin ideales que seguir sin saberlos primero.-De momento, no tenía ninguna razón para pelear con ellos sin saber por qué luchaban. Podría darse el caso de que lucharamos por lo mismo, pero lucháramos entre nosotros porque no sabíamos los objetivos del otro, porque los presuponíamos-Primero solucionad entre vosotros dos lo que sea que tengáis pendiente...-Volví a girar mi mirada sobre la gente del fondo.-A mi solo me importan las personas corrientes que no pueden defenderse ellas solas.
Al fin y al cabo, en una buena comunidad hacía falta gente de todos los tipos. Los débiles sostenían a los fuertes y estos protegían a los débiles. Además de la confianza, seguridad de ambas partes de que si estaban en problemas, otro llegaría para ayudar. Y lógicamente ni el chico ni la mercenaria eran personas normales, eso se podía ver a leguas. Y con respecto al chico... me esperaba mas de él, no que fuera otro loco suelto.
Y la otra... Bueno, la otra parecía mas cuerda que el otro. Aunque tampoco parecía muy normal. Lógicamente era una mercenaria que solo estaba aquí por el deseo de otra persona, ni que ella tuviera nada personal contra su victima, ni nada parecido. Cosa que yo entendía perfectamente, todo el mundo tiene que sobrevivir, y si ella había elegido ese camino,¿quien era yo para cuestionarselo?
-¿Justicia?No me hagas reír, por favor. -dije, contestando a la chica de negro- Por lo que he visto, la justicia no existe en este mundo y dudo mucho que pueda existir alguien capaz de impartirla correctamente hoy en día.-Solté el mango de la espada, y miré al resto de personas en el fondo, a las que había salvado. Estaban todos cuidándose los unos a los otros,comprobando si el de al lado estaba bien, o si faltaba alguien. Eso era una comunidad-No, yo no actúo en nombre de la justicia. Yo actúo por mi mismo para proteger mis propios intereses. Igual que todo el jodido mundo.
-Mirad, no pienso luchar contra gente sin ideales que seguir sin saberlos primero.-De momento, no tenía ninguna razón para pelear con ellos sin saber por qué luchaban. Podría darse el caso de que lucharamos por lo mismo, pero lucháramos entre nosotros porque no sabíamos los objetivos del otro, porque los presuponíamos-Primero solucionad entre vosotros dos lo que sea que tengáis pendiente...-Volví a girar mi mirada sobre la gente del fondo.-A mi solo me importan las personas corrientes que no pueden defenderse ellas solas.
Al fin y al cabo, en una buena comunidad hacía falta gente de todos los tipos. Los débiles sostenían a los fuertes y estos protegían a los débiles. Además de la confianza, seguridad de ambas partes de que si estaban en problemas, otro llegaría para ayudar. Y lógicamente ni el chico ni la mercenaria eran personas normales, eso se podía ver a leguas. Y con respecto al chico... me esperaba mas de él, no que fuera otro loco suelto.
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Luego de escuchar ese par de discursos solté un muy largo y sonoro suspiro.
Que aburrido, un falsa anti-héroe y un cobarde, este par de...
-No se de que hablan ninguno de ustedes dos.
Los mire a ambos un poco confundidos.
-¿Amigo?¿Cercanos?¿Amo? Acaso ustedes nacieron ayer o algo así...
Estaba ofuscado pero de todas maneras mi sangre se estaba enfriando mis pupilas eran normales nuevamente, paso todo lo interesante.
-No tengo idea de quien es a quien mataste, nadie aquí se conoce, no tenemos relación...
Espere un segundo y sin mostrar ninguna emoción, ya mas serio pude decir.
-Nadie aquí llorara su muerte.
Me baje del carro y tome el collar que la mercenaria había lanzado al césped.
-Esto SI es un juego mercenaria, su muerte no cambiara nada, lo mataste por un simple capricho y lo peor de todo esto, es que el capricho no era tuyo, así que este hombre, no pudo saber que es lo que acabo con su vida.
Un segundo suspiro salio de mis labios mientras mi mirada caía en el tipo de la moto, me colocaba el collar y me disponía a abandonar el lugar.
-En este infierno, no viven las personas normales, si todos ellos llegaron a ser adultos, es porque también hicieron cosas horribles...
Me aleje unos pasos de aquella escena y me senté sobre unos bolsos que estaban allí, quizás su dueño muriera en la llamas, o eso pensé cuando veía algunos cadáveres calcinados.
El fuego había sido controlado y mucha gente se había ido.
-Aseguras proteger a la gente, sin embargo, ella los quemo vivos solo como distracción y no haces nada...
Negué con la cabeza en señal de decepción.
Mi mirada volvió hacia la chica, una leve sonrisa aniñada volvió a mi rostro y con un tono alegre.
-Lo siento por el discurso, no interferiré con esto, hagan lo que deseen.
Estaba intrigado acerca de lo que sucedía, la mercenaria podía salir del carro debido a que yo era el que cubría la ventana pero había abandonado mi posición; creo que finalmente todo depende del caballero sin valor, ignorara los cadáveres de aquellas "personas comunes y corrientes" para proteger su moral y su vida, o finalmente mantendrá sus convicciones y la enfrentara.
Acerca de la chica de cabello negro, no tenia mucho para pensar sobre ella, ella todavía no me había mostrado su profundidad.
No podía evitar pensar que era lo que saldría de esto, ellos se esquivarían abandonando sus ideales y así proteger sus vidas, también podían arriesgarlas y batallar, o podrían tener una ira contra mi persona y así atacarme entre los dos; eso si seria bonito de ver, el que los mato y el que los protege, olvidando todo por la furia egoísta... ohhh aunque no tengo deseo de morir, tendría que pensar un plan por si pasa esto ultimo.
Acabo de notar que si sobrevivo a este raro encuentro, podre quedarme con las provisiones de los muertos y los que escaparon olvidando su equipo, podre comer de nuevo...
Que aburrido, un falsa anti-héroe y un cobarde, este par de...
-No se de que hablan ninguno de ustedes dos.
Los mire a ambos un poco confundidos.
-¿Amigo?¿Cercanos?¿Amo? Acaso ustedes nacieron ayer o algo así...
Estaba ofuscado pero de todas maneras mi sangre se estaba enfriando mis pupilas eran normales nuevamente, paso todo lo interesante.
-No tengo idea de quien es a quien mataste, nadie aquí se conoce, no tenemos relación...
Espere un segundo y sin mostrar ninguna emoción, ya mas serio pude decir.
-Nadie aquí llorara su muerte.
Me baje del carro y tome el collar que la mercenaria había lanzado al césped.
-Esto SI es un juego mercenaria, su muerte no cambiara nada, lo mataste por un simple capricho y lo peor de todo esto, es que el capricho no era tuyo, así que este hombre, no pudo saber que es lo que acabo con su vida.
Un segundo suspiro salio de mis labios mientras mi mirada caía en el tipo de la moto, me colocaba el collar y me disponía a abandonar el lugar.
-En este infierno, no viven las personas normales, si todos ellos llegaron a ser adultos, es porque también hicieron cosas horribles...
Me aleje unos pasos de aquella escena y me senté sobre unos bolsos que estaban allí, quizás su dueño muriera en la llamas, o eso pensé cuando veía algunos cadáveres calcinados.
El fuego había sido controlado y mucha gente se había ido.
-Aseguras proteger a la gente, sin embargo, ella los quemo vivos solo como distracción y no haces nada...
Negué con la cabeza en señal de decepción.
Mi mirada volvió hacia la chica, una leve sonrisa aniñada volvió a mi rostro y con un tono alegre.
-Lo siento por el discurso, no interferiré con esto, hagan lo que deseen.
Estaba intrigado acerca de lo que sucedía, la mercenaria podía salir del carro debido a que yo era el que cubría la ventana pero había abandonado mi posición; creo que finalmente todo depende del caballero sin valor, ignorara los cadáveres de aquellas "personas comunes y corrientes" para proteger su moral y su vida, o finalmente mantendrá sus convicciones y la enfrentara.
Acerca de la chica de cabello negro, no tenia mucho para pensar sobre ella, ella todavía no me había mostrado su profundidad.
No podía evitar pensar que era lo que saldría de esto, ellos se esquivarían abandonando sus ideales y así proteger sus vidas, también podían arriesgarlas y batallar, o podrían tener una ira contra mi persona y así atacarme entre los dos; eso si seria bonito de ver, el que los mato y el que los protege, olvidando todo por la furia egoísta... ohhh aunque no tengo deseo de morir, tendría que pensar un plan por si pasa esto ultimo.
Acabo de notar que si sobrevivo a este raro encuentro, podre quedarme con las provisiones de los muertos y los que escaparon olvidando su equipo, podre comer de nuevo...
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
El muchacho albino parecía haber apartado la idea de luchar, dejando en claro sus objetivos; parecía comprender el punto de vista que había mostrado la morena. Así, la chica pudo relajar un poco su postura, bajando la espada ligeramente.
Entonces, el muchacho de la caravana comenzó a hablar, observando cómo tomaba el collar, sin siquiera quitarse el anillo.
-Eres un sucio ladrón-gruñó,para sus adentros, sin quitar los ojos del muchacho, observándole con atención.
Entonces desvió la mirada hacia el albino, nuevamente, a quien se le dirigían ahora las ciegas palabras del chico.
La muchacha no sentía ira; sentía lástima y un intenso asco por el chico. Desde su punto de vista, estaba claro que no sabía de lo que hablaba; ¿pensaba, siquiera, en sus acciones? Estaba desconcertada.
Se acercó al muchacho de pelo negro, ahora sentado y clavó con fuerza la espada a su lado, agachándose ligeramente para poder fijar sus ojos frente a los ajenos.
-¿Te crees que puedes hablarnos así? ¿Uh? Le robas a los muertos para vender sus baratijas, ni siquiera eres capaz de buscarte una meta propia por la cual luchar-le escupió, alzándose, arrancándole del cuello el collar con su mano libre, aferrándose con fuerza a la espada con la otra, desviando rápidamente la mirada al albino, negando luego con la cabeza-No tienes honor, niño.Si crees que puedes dudar de la moral de aquél chico, entonces, ¿por qué no haces tú lo que tanto esperabas que él hiciera? ¿Es que esperas que los demás hagan algo por ti? -alzó, así, la cabeza, mirando por encima, con arrogancia, al chico, arrancando la espada del suelo y retrocediendo-¿Crees que la vida es un juego? ¿Cuándo los volverás a ver? Dímelo; aquí no se puede dar vuelta atrás, niñato.
Hizo un gesto, sacudiendo la mano con la que sujetaba el collar, señalándose a sí misma y al albino, para después extenderla al muchacho.
-Ésa es nuestra diferencia.
No sonrió, ni lanzó miradas; simplemente observaba fijamente al chico. No sentía ira; sentía una profunda lástima por ver cómo él, joven y necio, no podía entender algo tan simple. Ellos, aquellos que mueren, se van para no volver; y no importa cuanto lo desees, no habrá vuelta atrás. Aquellos cuya sangre manchen tus manos, nunca volverán; el caos, nunca se arreglará.
Bajó pues la mano a su cadera, de donde colgaban incontables cadenas, máscaras, y pequeños objetos obtenidos de aquellos a los que tuvo, en algún momento u otro, que arrebatar el gran privilegio que era el vivir.
Gruñó, frunciendo el ceño, mirando a ambos muchachos; blanco y negro, tan opuestos. Y en el fondo, todos eran lo mismo, todos luchaban por la misma causa; vivir.
-Siempre hay alguien que llora, niño; sino, abre los ojos y mira.-hizo un gesto con la cabeza, en dirección a los grupos de personas que aún quedaban por allí. Muchos lloraban, otros gritaban nombres; algunos se encontraban, otros, nunca volverían a verse-Sólo fue una cerilla. Sólo una.
Y lo mejor de todo, es que era su culpa.
Sonrió para sus adentros, con cierta ironía. Era gracioso que fuera ella quien hablase; sin embargo, el que ella careciese de la noción del arrepentimiento no significaba que aquello era lo que considerase justo.
- Si el blanquito no hubiese estado aquí, todos habrían muerto. Todos. Yo mato por dinero, él salva a quienes lo necesitan, ¿pero tú? ¿Tú que haces? ¿Huir?
Entonces, el muchacho de la caravana comenzó a hablar, observando cómo tomaba el collar, sin siquiera quitarse el anillo.
-Eres un sucio ladrón-gruñó,para sus adentros, sin quitar los ojos del muchacho, observándole con atención.
Entonces desvió la mirada hacia el albino, nuevamente, a quien se le dirigían ahora las ciegas palabras del chico.
La muchacha no sentía ira; sentía lástima y un intenso asco por el chico. Desde su punto de vista, estaba claro que no sabía de lo que hablaba; ¿pensaba, siquiera, en sus acciones? Estaba desconcertada.
Se acercó al muchacho de pelo negro, ahora sentado y clavó con fuerza la espada a su lado, agachándose ligeramente para poder fijar sus ojos frente a los ajenos.
-¿Te crees que puedes hablarnos así? ¿Uh? Le robas a los muertos para vender sus baratijas, ni siquiera eres capaz de buscarte una meta propia por la cual luchar-le escupió, alzándose, arrancándole del cuello el collar con su mano libre, aferrándose con fuerza a la espada con la otra, desviando rápidamente la mirada al albino, negando luego con la cabeza-No tienes honor, niño.Si crees que puedes dudar de la moral de aquél chico, entonces, ¿por qué no haces tú lo que tanto esperabas que él hiciera? ¿Es que esperas que los demás hagan algo por ti? -alzó, así, la cabeza, mirando por encima, con arrogancia, al chico, arrancando la espada del suelo y retrocediendo-¿Crees que la vida es un juego? ¿Cuándo los volverás a ver? Dímelo; aquí no se puede dar vuelta atrás, niñato.
Hizo un gesto, sacudiendo la mano con la que sujetaba el collar, señalándose a sí misma y al albino, para después extenderla al muchacho.
-Ésa es nuestra diferencia.
No sonrió, ni lanzó miradas; simplemente observaba fijamente al chico. No sentía ira; sentía una profunda lástima por ver cómo él, joven y necio, no podía entender algo tan simple. Ellos, aquellos que mueren, se van para no volver; y no importa cuanto lo desees, no habrá vuelta atrás. Aquellos cuya sangre manchen tus manos, nunca volverán; el caos, nunca se arreglará.
Bajó pues la mano a su cadera, de donde colgaban incontables cadenas, máscaras, y pequeños objetos obtenidos de aquellos a los que tuvo, en algún momento u otro, que arrebatar el gran privilegio que era el vivir.
Gruñó, frunciendo el ceño, mirando a ambos muchachos; blanco y negro, tan opuestos. Y en el fondo, todos eran lo mismo, todos luchaban por la misma causa; vivir.
-Siempre hay alguien que llora, niño; sino, abre los ojos y mira.-hizo un gesto con la cabeza, en dirección a los grupos de personas que aún quedaban por allí. Muchos lloraban, otros gritaban nombres; algunos se encontraban, otros, nunca volverían a verse-Sólo fue una cerilla. Sólo una.
Y lo mejor de todo, es que era su culpa.
Sonrió para sus adentros, con cierta ironía. Era gracioso que fuera ella quien hablase; sin embargo, el que ella careciese de la noción del arrepentimiento no significaba que aquello era lo que considerase justo.
- Si el blanquito no hubiese estado aquí, todos habrían muerto. Todos. Yo mato por dinero, él salva a quienes lo necesitan, ¿pero tú? ¿Tú que haces? ¿Huir?
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
No estaba seguro de si este chico estaba provocandome para no tener que luchar él, o para precisamente, meterse en una pelea. Me estaba empezando a tocar los cojones como no lo habían hecho en unas semanas. Pareciera que no se enteraba exactamente de cual era mi objetivo en todo esto... Yo solo seguía en este campamento para comprobar de que los supervivientes del fuego no salieran heridos por culpa de estos dos, y para poder reclutarlos.
Sin duda, la morena si sabía de lo que hablaba, e intentaba explicárselo al chico no con demasiada educación, al fin y al cabo, el había cuestionado nuestros ideales tan solo conociéndonos de una noche.
Entre toda la explicación, me vino un recuerdo a la cabeza, un pequeño flash, una imagen que se me paso por la cabeza. Me dio la sensación de que esto ya lo había vivido. Recordé estar en una situación muy similar, en mitad de una ciudad en llamas, y enfrente mía, la figura de un individuo que no podía reconocer. El conjunto del recuerdo vino acompañado de dos cosas: dolor de cabeza y rabia.
-Oye, chaval... ¿Acabamos de conocernos y ya estas cuestionando mis principios?-le dije al chico intentando omitir la rabia que me proporciono el recuerdo, aunque fruncí el ceño igualmente.- Ella quemó a unos cuantos, si, pero yo no puedo hacer nada por ellos. Solo puedo ayudar a los que siguen vivos.
En este momento, estaba a punto de lanzarme a darle una ostia al primero que pillara, pero no tenía ganas de meterme en una pelea injusta. Aunque por otro lado me vendría de perlas descargar toda la rabia que había ganado de repente. Solucionaríamos el encuentro con el chico este y después me iría a reclutar a los supervivientes.
Me acerqué al chico y apoyé una pierna sobre los bolsos en los que estaba sentado, apoyando mi brazo izquierdo en la rodilla alzada. Agaché mi cabeza y le intenté intimidar con la mirada.
-¿Es que quieres pelear contra mí?¿O contra ambos?
Sin duda, la morena si sabía de lo que hablaba, e intentaba explicárselo al chico no con demasiada educación, al fin y al cabo, el había cuestionado nuestros ideales tan solo conociéndonos de una noche.
Entre toda la explicación, me vino un recuerdo a la cabeza, un pequeño flash, una imagen que se me paso por la cabeza. Me dio la sensación de que esto ya lo había vivido. Recordé estar en una situación muy similar, en mitad de una ciudad en llamas, y enfrente mía, la figura de un individuo que no podía reconocer. El conjunto del recuerdo vino acompañado de dos cosas: dolor de cabeza y rabia.
-Oye, chaval... ¿Acabamos de conocernos y ya estas cuestionando mis principios?-le dije al chico intentando omitir la rabia que me proporciono el recuerdo, aunque fruncí el ceño igualmente.- Ella quemó a unos cuantos, si, pero yo no puedo hacer nada por ellos. Solo puedo ayudar a los que siguen vivos.
En este momento, estaba a punto de lanzarme a darle una ostia al primero que pillara, pero no tenía ganas de meterme en una pelea injusta. Aunque por otro lado me vendría de perlas descargar toda la rabia que había ganado de repente. Solucionaríamos el encuentro con el chico este y después me iría a reclutar a los supervivientes.
Me acerqué al chico y apoyé una pierna sobre los bolsos en los que estaba sentado, apoyando mi brazo izquierdo en la rodilla alzada. Agaché mi cabeza y le intenté intimidar con la mirada.
-¿Es que quieres pelear contra mí?¿O contra ambos?
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Mientras ambos me daban sus respuestas, los escuche atentamente, el único movimiento visible que hice fue un leve ladeo de cabeza porque aquella asesina se había tomado el atrevimiento de escupir en mi dirección ¿realmente pensaba que eso me daría, o era parte de su discurso? creo que no entendí aquel detalle.
-Que aburridos...
Fue lo único que dije inexpresivamente. Siempre tiendo a tener reacciones algo demasiado intensas, pero lo único que me causaban estos chicos era aburrimiento, ambos dos, no tenían profundidad, que decepción.
Suspire mientras me levantaba, los mire con la mayor calma que me era posible, el chico de cabello blanco creo que intento intimidarme, pensar que alguien que parece un guerrero era tan simple; si quisiera podía haberle cortado una de las visibles arterias que iban por su cuello,¿este par alguna vez se a enfrentado al menos a una sola persona peligrosa en sus vidas? Inclusive podia cortarle los tendones de la pierna en un segundo, como es que no lo noto y se acerco a mi, estoy ofuscado.
Comencé a caminar, lo hacia atentamente, con mis manos apoyadas en mi espadas.
-Ara ara, debes estar realmente loca si crees que un ladrón es sucio, pero una asesina perdedora como tu, no lo es.
Ya mientras estaba a unos largos metros de ese par me di media vuelta y con una leve sonrisa dije con mi usual tono alegre.
-Bueno, supongo que el collar por esto no esta mal.
Mostré una baratija de las que tenia la chica colgada, es un recuerdo de alguno de sus otros asesinatos o eso supongo, debido a que a pesar de que ella tomo el collar primero, muestra que no le agrada el acto de robar, al menos que sea robar vidas, que irónico... cuando ella tomo el collar acorto mucho las distancias, suficiente para que lo tomara; estos chicos, como se acercan a mi tan descuidadamente, realmente hacen que me duela la cabeza.
No es como si fuera a venderlo, simplemente seria un recuerdo, de esta amarga situación.
Me acorde que no me había despedido del héroe sin valentía.
-Suerte con esto.
Di un sonoro grito.
-¡Aquí esta la pirómana, también es una asesina!¡Y el mercenario que nos ayudo va a acabarla!
La gente corrió hacia nosotros; se agolpo, después de todo, todos aquí por lo menos habían hablado una vez conmigo, así que me creyeron ciegamente, es muy importante dominar tu entorno si te metes en esta clase de escenas.
Habían formado una circulo alrededor de la pareja; algunos maldecían, otros tenían miedo pero por seguir la muchedumbre vinieron, los gritos se contagiaron, por lo que los que estaban separándose volvieron a ver que era lo que estaba sucediendo y entre el gentío, decidí desaparecer.
Muchos temblaban por el pavor pero otros, estaban furiosos, no dejarían que esto se olvidara sin hacer nada.
Antes de terminar de alejarme, oí como algunos de los gritos iban al de cabello blanco "¡Por favor!¡Ayúdanos!" ,gritos entrecortados, quizás de madres que perdieron a sus hijos...
-Me pregunto que harán.
Mientras me imaginaba como se desenvolvería la situación, deje aquel lugar.
-Que aburridos...
Fue lo único que dije inexpresivamente. Siempre tiendo a tener reacciones algo demasiado intensas, pero lo único que me causaban estos chicos era aburrimiento, ambos dos, no tenían profundidad, que decepción.
Suspire mientras me levantaba, los mire con la mayor calma que me era posible, el chico de cabello blanco creo que intento intimidarme, pensar que alguien que parece un guerrero era tan simple; si quisiera podía haberle cortado una de las visibles arterias que iban por su cuello,¿este par alguna vez se a enfrentado al menos a una sola persona peligrosa en sus vidas? Inclusive podia cortarle los tendones de la pierna en un segundo, como es que no lo noto y se acerco a mi, estoy ofuscado.
Comencé a caminar, lo hacia atentamente, con mis manos apoyadas en mi espadas.
-Ara ara, debes estar realmente loca si crees que un ladrón es sucio, pero una asesina perdedora como tu, no lo es.
Ya mientras estaba a unos largos metros de ese par me di media vuelta y con una leve sonrisa dije con mi usual tono alegre.
-Bueno, supongo que el collar por esto no esta mal.
Mostré una baratija de las que tenia la chica colgada, es un recuerdo de alguno de sus otros asesinatos o eso supongo, debido a que a pesar de que ella tomo el collar primero, muestra que no le agrada el acto de robar, al menos que sea robar vidas, que irónico... cuando ella tomo el collar acorto mucho las distancias, suficiente para que lo tomara; estos chicos, como se acercan a mi tan descuidadamente, realmente hacen que me duela la cabeza.
No es como si fuera a venderlo, simplemente seria un recuerdo, de esta amarga situación.
Me acorde que no me había despedido del héroe sin valentía.
-Suerte con esto.
Di un sonoro grito.
-¡Aquí esta la pirómana, también es una asesina!¡Y el mercenario que nos ayudo va a acabarla!
La gente corrió hacia nosotros; se agolpo, después de todo, todos aquí por lo menos habían hablado una vez conmigo, así que me creyeron ciegamente, es muy importante dominar tu entorno si te metes en esta clase de escenas.
Habían formado una circulo alrededor de la pareja; algunos maldecían, otros tenían miedo pero por seguir la muchedumbre vinieron, los gritos se contagiaron, por lo que los que estaban separándose volvieron a ver que era lo que estaba sucediendo y entre el gentío, decidí desaparecer.
Muchos temblaban por el pavor pero otros, estaban furiosos, no dejarían que esto se olvidara sin hacer nada.
Antes de terminar de alejarme, oí como algunos de los gritos iban al de cabello blanco "¡Por favor!¡Ayúdanos!" ,gritos entrecortados, quizás de madres que perdieron a sus hijos...
-Me pregunto que harán.
Mientras me imaginaba como se desenvolvería la situación, deje aquel lugar.
OFF: Lo siento por la tardanza T.T no vi el mail de que habían respondido el tema.
Y bueno "Sasha" aquí deja el tema, sin embargo sean libres de seguirlo hasta donde quieran, solo lo saque de allí, porque me pareció que por su papel no tenia mucho jugo para sacarle a la situación, sin hacerla tediosa!
Esperemos que nos crucemos en otra trama, bye bye ~ ~.
Y bueno "Sasha" aquí deja el tema, sin embargo sean libres de seguirlo hasta donde quieran, solo lo saque de allí, porque me pareció que por su papel no tenia mucho jugo para sacarle a la situación, sin hacerla tediosa!
Esperemos que nos crucemos en otra trama, bye bye ~ ~.
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
El muchacho de cabello blanco tomaba cartas en el asunto, sumándose a la causa de la intimidación. Y es que, ciertamente, era difícil lidiar con jóvenes como lo era el moreno, testarudos y encerrados en las ideas que el mundo les ha metido en la cabeza.
Sin embargo, el moreno de ojos claros no parecía incomodarse ante la posibilidad de acabar enfrentándose contra ellos dos, siguiendo con sus comentarios, esta vez más cortos, mientras parecía ''huir'' con tranquilidad.
Fue en ese momento cuando sus ojos se abrieron, como platos, clavados en la cadena de la cual colgaban unas llaves doradas. Esas mismas llaves las llevaba en su cintura momentos antes.
-¡¡Ladrón!!-ladró.
Comenzó a correr hacia el chico, tomando firmemente el mango de su espada y preparándose para atacarlo, cuando toda la multitud llegó, empujándola y arrastrándola. Sus gritos maldecían al moreno una y otra vez, insultos y gruñidos en tonos más altos de lo que normalmente era la voz de la chica se mezclaban entre los llantos y exclamaciones de aquellos que deseaban ver a su héroe acabar con la villana del día.
El chico se hundió entre la multitud, la cual hasta parecía atreverse a atacarla con tal de que la muchacha no hiciese su camino fuera de un círculo en el que se encontraban ella y el albino.
Cayó de espaldas al suelo, empujada por los machotes que se atrevían a encabezar las primeras filas de espectadores. Si quisiera, podría cargar su espada contra ellos.
La rabia de perder algo preciado era más que lo justo para que se olvidase de que tenía al albino detrás, cegándola, obligándola buscar entre la muchedumbre a la sucia rata que le arrebató aquellas llaves.
Gruñó, levantándose de un salto y cargando contra los que tenía delante.
-¡Ven aquí, cobarde! ¡No huyas!
Sin embargo, ya no estaba. No importa a cuántos tirase al suelo, no lo veía. Los gritos, al mismo tiempo, comenzaban a clamar a voces cada vez más y más que su ''héroe'' acabase con ''la asesina''. El corrillo se cerraba para empujarla, y muchos exigían una respuesta a la actitud de la morena por parte del muchacho de cabello blanco.
Así, acabó poniendo su atención en él.
La rabia de haber sido robada por aquella rata, la quemaba por dentro.
-¿Estabas con él?-poco a poco, la paciencia se le iba agotando-¿Quizás todo esto era un plan? ¿Es eso? ¿Lo planeasteis para quedar bien?
Los gritos apenas la dejaban pensar. Poco a poco, se mareaba entre todo el jaleo. Sombras que se movían, aquí y allí, gritos que se mezclaban con ruidos que ni siquiera parecían reales. Adoptó la postura de defensa, tratando de mantener sus ojos fijos en el ajeno, preparada para que cargase contra ella.
Eso era lo que iba a hacer; después de todo, los inocentes que él tanto había querido salvar, se lo pedían, ¿no es así?
Ya no sabía muy bien qué pensar.
Sin embargo, el moreno de ojos claros no parecía incomodarse ante la posibilidad de acabar enfrentándose contra ellos dos, siguiendo con sus comentarios, esta vez más cortos, mientras parecía ''huir'' con tranquilidad.
Fue en ese momento cuando sus ojos se abrieron, como platos, clavados en la cadena de la cual colgaban unas llaves doradas. Esas mismas llaves las llevaba en su cintura momentos antes.
-¡¡Ladrón!!-ladró.
Comenzó a correr hacia el chico, tomando firmemente el mango de su espada y preparándose para atacarlo, cuando toda la multitud llegó, empujándola y arrastrándola. Sus gritos maldecían al moreno una y otra vez, insultos y gruñidos en tonos más altos de lo que normalmente era la voz de la chica se mezclaban entre los llantos y exclamaciones de aquellos que deseaban ver a su héroe acabar con la villana del día.
El chico se hundió entre la multitud, la cual hasta parecía atreverse a atacarla con tal de que la muchacha no hiciese su camino fuera de un círculo en el que se encontraban ella y el albino.
Cayó de espaldas al suelo, empujada por los machotes que se atrevían a encabezar las primeras filas de espectadores. Si quisiera, podría cargar su espada contra ellos.
La rabia de perder algo preciado era más que lo justo para que se olvidase de que tenía al albino detrás, cegándola, obligándola buscar entre la muchedumbre a la sucia rata que le arrebató aquellas llaves.
Gruñó, levantándose de un salto y cargando contra los que tenía delante.
-¡Ven aquí, cobarde! ¡No huyas!
Sin embargo, ya no estaba. No importa a cuántos tirase al suelo, no lo veía. Los gritos, al mismo tiempo, comenzaban a clamar a voces cada vez más y más que su ''héroe'' acabase con ''la asesina''. El corrillo se cerraba para empujarla, y muchos exigían una respuesta a la actitud de la morena por parte del muchacho de cabello blanco.
Así, acabó poniendo su atención en él.
La rabia de haber sido robada por aquella rata, la quemaba por dentro.
-¿Estabas con él?-poco a poco, la paciencia se le iba agotando-¿Quizás todo esto era un plan? ¿Es eso? ¿Lo planeasteis para quedar bien?
Los gritos apenas la dejaban pensar. Poco a poco, se mareaba entre todo el jaleo. Sombras que se movían, aquí y allí, gritos que se mezclaban con ruidos que ni siquiera parecían reales. Adoptó la postura de defensa, tratando de mantener sus ojos fijos en el ajeno, preparada para que cargase contra ella.
Eso era lo que iba a hacer; después de todo, los inocentes que él tanto había querido salvar, se lo pedían, ¿no es así?
Ya no sabía muy bien qué pensar.
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
El chico mantuvo la calma mientras nos poníamos visiblemente en su contra, debía de tener unos nervios de acero, o bueno, tampoco es que una chica de ropa atrevida y yo fuéramos a dar mucho miedo a alguien que esta mal de la cabeza. Pero lo que verdaderamente me molestaba de todo esto era la actitud del individuo. No se si realmente entendía mis objetivos, pero no lo parecía y hablaba como si los conociera bien.
En cualquier caso, se levantó y arrebató una cosa a la morena.La cual se enfureció y bueno, de paso, el chico llamó la atención de la gente. Menuda lata, ahora se esperaba que me enfrentara a ella, y que le diera un buen merecido. Pero yo no iba a pegar a un trabajador por trabajar, o al menos no era mi intención.
La gente se había reunido alrededor nuestra y no nos dejarían en paz. Debía pensar en algo. Y rápido, porque la morena se estaba poniendo bastante nerviosa... Ya dudaba hasta de mi, aunque no la culpo. Le guiñe el ojo un par de veces, para ver si me seguía el juego, mientras que pensaba en algún plan...lo mismo podíamos salir de allí vivos si fingíamos pelear.
No desenvainé la espada, y mientras disimuladamente le volvía a guiñar el ojo, me preparé para luchar a puñetazo limpio.
-Las chicas malas como tu deberían ir a un correccional.Supongo que no tengo mas remedio que derribarte.
Me adelanté y le di un rápido golpe en el vientre, lo paré a escasos milimetros de su piel para evitar daños y que, por si todavía no había pillado el juego. Mientras tanto, la miraba directamente a los ojos para ver su reacción. Y la gente se agitaba y alegraba de que el primer golpe hubiera sido mio.
Retrocedí un par de pasos, a donde estaba antes, alegrándome de que la gente se lo hubiera tragado. Ahora solo quedaba que ella me siguiera el juego...
En cualquier caso, se levantó y arrebató una cosa a la morena.La cual se enfureció y bueno, de paso, el chico llamó la atención de la gente. Menuda lata, ahora se esperaba que me enfrentara a ella, y que le diera un buen merecido. Pero yo no iba a pegar a un trabajador por trabajar, o al menos no era mi intención.
La gente se había reunido alrededor nuestra y no nos dejarían en paz. Debía pensar en algo. Y rápido, porque la morena se estaba poniendo bastante nerviosa... Ya dudaba hasta de mi, aunque no la culpo. Le guiñe el ojo un par de veces, para ver si me seguía el juego, mientras que pensaba en algún plan...lo mismo podíamos salir de allí vivos si fingíamos pelear.
No desenvainé la espada, y mientras disimuladamente le volvía a guiñar el ojo, me preparé para luchar a puñetazo limpio.
-Las chicas malas como tu deberían ir a un correccional.Supongo que no tengo mas remedio que derribarte.
Me adelanté y le di un rápido golpe en el vientre, lo paré a escasos milimetros de su piel para evitar daños y que, por si todavía no había pillado el juego. Mientras tanto, la miraba directamente a los ojos para ver su reacción. Y la gente se agitaba y alegraba de que el primer golpe hubiera sido mio.
Retrocedí un par de pasos, a donde estaba antes, alegrándome de que la gente se lo hubiera tragado. Ahora solo quedaba que ella me siguiera el juego...
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Se sentía justo como si alguien estuviese 'apiadándose' de ella.
Sin embargo, el que su rabia la llamase a la batalla no significaba que la morena desease avalanzarse sobre el albino, quien parecía sufrir de un extraño tirón en el ojo que le impedía dejar de guiñarlo.
Si bien no le importaría que el albino le pegase para que ambos pudiesen salir de esta sin cargarse a medio pueblo, el ajeno parecía no estar dispuesto a golpearla.
A ella tampoco le importaría mucho la opción de abrirse su camino a casa entre la multitud degollando cabezas, pero por alguna razón, se sentía algo incómoda el hacer eso después de que el hombre le ofreciese otra salida.
Su comentario fue lo que hizo que volviese a cargar la espada en su espalda. Lentamente su sonrisa se expandió, con el comentario, preparando la pose de ''preparados'' que siempre se veía en todas las peleas cuerpo a cuerpo desarmados.
Se encogió instintivamente cuando vio al muchacho venir. A pesar de que ya tenía una ligera idea de que no pensaba golpearla realmente, sí desconfiaba un poco, y es que aún existía esa duda. Quizás es mentira, quizás quiere atraparla con la guardia baja.
El contacto visual fue la señal definitiva tras el 'falso golpe' del muchacho.
Se encogió de hombros, envolviéndose con las garras la zona del vientre, como si de verdad hubiese recibido un golpe, cargando con ambas sus garras contra el muchacho para tratar de darle un golpe en la mandíbula, a pesar de estar dirigiéndolo algo 'a ciegas' para que pudiera ser más realista la moción de esquivarlo, pasando a alzar una pierna para otro nuevo golpe falso.
-Ahora-susurró, haciendo un suave gesto con la cabeza, asintiendo-golpea
Cuanto antes saciasen a la multitud, antes estarían libres. Cerró los ojos, con fuerza.
Si la golpeaba de verdad, en ese momento donde tenía tantos puntos abiertos y no mucho equilibrio, caería. Y si caía, ellos estarían convencidos, el chico podría irse, ella sólo tendría que hacerse la inconsciente un rato y pronto podría irse. Lo mejor es que, todos aquellos quienes ahora la odiaban, pensarían que estaba muerta y que ya no la volverían a ver; que ya no debían preocuparse.
Sin embargo, el que su rabia la llamase a la batalla no significaba que la morena desease avalanzarse sobre el albino, quien parecía sufrir de un extraño tirón en el ojo que le impedía dejar de guiñarlo.
Si bien no le importaría que el albino le pegase para que ambos pudiesen salir de esta sin cargarse a medio pueblo, el ajeno parecía no estar dispuesto a golpearla.
A ella tampoco le importaría mucho la opción de abrirse su camino a casa entre la multitud degollando cabezas, pero por alguna razón, se sentía algo incómoda el hacer eso después de que el hombre le ofreciese otra salida.
Su comentario fue lo que hizo que volviese a cargar la espada en su espalda. Lentamente su sonrisa se expandió, con el comentario, preparando la pose de ''preparados'' que siempre se veía en todas las peleas cuerpo a cuerpo desarmados.
Se encogió instintivamente cuando vio al muchacho venir. A pesar de que ya tenía una ligera idea de que no pensaba golpearla realmente, sí desconfiaba un poco, y es que aún existía esa duda. Quizás es mentira, quizás quiere atraparla con la guardia baja.
El contacto visual fue la señal definitiva tras el 'falso golpe' del muchacho.
Se encogió de hombros, envolviéndose con las garras la zona del vientre, como si de verdad hubiese recibido un golpe, cargando con ambas sus garras contra el muchacho para tratar de darle un golpe en la mandíbula, a pesar de estar dirigiéndolo algo 'a ciegas' para que pudiera ser más realista la moción de esquivarlo, pasando a alzar una pierna para otro nuevo golpe falso.
-Ahora-susurró, haciendo un suave gesto con la cabeza, asintiendo-golpea
Cuanto antes saciasen a la multitud, antes estarían libres. Cerró los ojos, con fuerza.
Si la golpeaba de verdad, en ese momento donde tenía tantos puntos abiertos y no mucho equilibrio, caería. Y si caía, ellos estarían convencidos, el chico podría irse, ella sólo tendría que hacerse la inconsciente un rato y pronto podría irse. Lo mejor es que, todos aquellos quienes ahora la odiaban, pensarían que estaba muerta y que ya no la volverían a ver; que ya no debían preocuparse.
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Al parecer había pillado el juego y estaba fingiendo tanto como yo para salir de esta. Fingió que le había dado de verdad y después vino a atacarme, con golpes relativamente fáciles de esquivar. Di una voltereta hacia el lado, quedándome ligeramente por detrás de ella y, tras oír el susurro, pensé que no era necesario, aunque definitivamente sería mucho mas creible.
Opte por hacerlo a su manera, desde mi posición, aproveché que estaba en su espalda para asestar un buen puñetazo en su nuca,pero cuidando de no hacerle demasiado daño. Aun así, le di con la suficiente fuerza como para empujarla hacia el suelo. Todo esto lo hice con una cara bastante seria que no suelo poner muchas veces, pero que probablemente haría que los civiles pensaran que iba en serio.
Al ver que la chica se caía en el suelo, miré a los civiles, sus caras de satisfacción me resultaban incomodas. No la había matado, pero ellos pensaban que si. Esta gente no se si serán así de salvajes o es la influencia ejercida por las palabras del moreno, pero en cualquier caso no quería que gente fácilmente influenciable hacia la violencia sin sentido formara parte de mi comunidad.
-Ahora seguid con vuestras vidas, yo ya he terminado mi trabajo aquí.
Las personas me miraban ahora desconcertadas, querían que me quedara allí, puede que hasta quisieran compensarme las molestias. De hecho, una señora algo mas mayor que el resto me ofreció algo para compensarmelo. En realidad, ahora mismo solo quería algo mas de información: de donde venían, hacía donde iban y quien era el moreno de antes.
Después de hablar de ello, aunque no pude sacarles mucha información del moreno, al menos sabía ahora otra ruta por la que la gente pasaba. Cogí el "cadáver" de la chica y lo até con una cuerda a la parte trasera de mi chopper.
-No te preocupes, solo será un rato, y de paso me darás información tu también.- le dije a la chica en un susurro mientras la cargaba en el hombro, antes de atarla a la moto.
Arranqué la moto y me despedí con la mano de la gente, aceleré y volví al asfalto resquebrajado donde había visto el fuego. Ahí paré la moto.
-Bueno...¿Para quien trabajas?
Opte por hacerlo a su manera, desde mi posición, aproveché que estaba en su espalda para asestar un buen puñetazo en su nuca,pero cuidando de no hacerle demasiado daño. Aun así, le di con la suficiente fuerza como para empujarla hacia el suelo. Todo esto lo hice con una cara bastante seria que no suelo poner muchas veces, pero que probablemente haría que los civiles pensaran que iba en serio.
Al ver que la chica se caía en el suelo, miré a los civiles, sus caras de satisfacción me resultaban incomodas. No la había matado, pero ellos pensaban que si. Esta gente no se si serán así de salvajes o es la influencia ejercida por las palabras del moreno, pero en cualquier caso no quería que gente fácilmente influenciable hacia la violencia sin sentido formara parte de mi comunidad.
-Ahora seguid con vuestras vidas, yo ya he terminado mi trabajo aquí.
Las personas me miraban ahora desconcertadas, querían que me quedara allí, puede que hasta quisieran compensarme las molestias. De hecho, una señora algo mas mayor que el resto me ofreció algo para compensarmelo. En realidad, ahora mismo solo quería algo mas de información: de donde venían, hacía donde iban y quien era el moreno de antes.
Después de hablar de ello, aunque no pude sacarles mucha información del moreno, al menos sabía ahora otra ruta por la que la gente pasaba. Cogí el "cadáver" de la chica y lo até con una cuerda a la parte trasera de mi chopper.
-No te preocupes, solo será un rato, y de paso me darás información tu también.- le dije a la chica en un susurro mientras la cargaba en el hombro, antes de atarla a la moto.
Arranqué la moto y me despedí con la mano de la gente, aceleré y volví al asfalto resquebrajado donde había visto el fuego. Ahí paré la moto.
-Bueno...¿Para quien trabajas?
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Parecía ser que el muchacho había podido captar bien el mensaje y había hecho tal y como ella le había indicado.
Su rostro golpeó, entonces, el suelo. El albino había tenido la suficiente delicadeza de no darle demasiado fuerte, únicamente lo suficiente como para hacerla caer. Ella no opuso resistencia, y una vez en el suelo, cerro los ojos, escuchando los complacidos gritos de la multitud, quienes alababan a su héroe con gratitud.
Podía escuchar los pasos de aquellos quienes se acercaban al hombre para poder expresarle su gratitud y conversar con él. Algunos pateaban un poco el ''cadáver'' de la chica, otros simplemente lo esquivaban; la espera se le hizo eternamente larga, escuchando esto y aquello. Pudo captar un poco sobre la conversación que el 'héroe del día' estaba teniendo con el grupo de personas, preguntando cosas sobre la rata que había huido antes, provocando este escándalo. Finalmente,estaba siendo cargada al hombro del chico, cual saco de patatas.
No quería ''deber'' explicaciones a nadie, aunque suponía que sí estaba en gratitud con él por no querer pelear. Sintió, así, el temblor de la moto a la que le había atado, detenerse.
-Un cliente-respondió secamente, encogiéndose de hombros-¿Me puedes desatar?-abrió los ojos, observando al chico-Si lo que quieres es saber quién o por qué me mandó a matar al chico ese, no lo sé; no es mi trabajo preguntarles por qué. Se dedican al narcotrafico y la prostitución; probablemente tuvieron una disputa de territorios, problemas con la mercancía... lo típico. Yo sólo hago mi trabajo.
Apretó los dientes, bajando la vista a la cadena que había tomado del muchacho que acababa de asesinar, recordando al moreno que se llevó un par de llaves que colgaban de su cadera.
Sintió su sangre calentarse ante sólo el pensamiento de haber sido engañada tan fácilmente por una rata como él.
-...¿No sabían nada del chico?-murmuró, alzando la vista de nuevo al albino-¿Dónde se dirige?
Su rostro golpeó, entonces, el suelo. El albino había tenido la suficiente delicadeza de no darle demasiado fuerte, únicamente lo suficiente como para hacerla caer. Ella no opuso resistencia, y una vez en el suelo, cerro los ojos, escuchando los complacidos gritos de la multitud, quienes alababan a su héroe con gratitud.
Podía escuchar los pasos de aquellos quienes se acercaban al hombre para poder expresarle su gratitud y conversar con él. Algunos pateaban un poco el ''cadáver'' de la chica, otros simplemente lo esquivaban; la espera se le hizo eternamente larga, escuchando esto y aquello. Pudo captar un poco sobre la conversación que el 'héroe del día' estaba teniendo con el grupo de personas, preguntando cosas sobre la rata que había huido antes, provocando este escándalo. Finalmente,estaba siendo cargada al hombro del chico, cual saco de patatas.
No quería ''deber'' explicaciones a nadie, aunque suponía que sí estaba en gratitud con él por no querer pelear. Sintió, así, el temblor de la moto a la que le había atado, detenerse.
-Un cliente-respondió secamente, encogiéndose de hombros-¿Me puedes desatar?-abrió los ojos, observando al chico-Si lo que quieres es saber quién o por qué me mandó a matar al chico ese, no lo sé; no es mi trabajo preguntarles por qué. Se dedican al narcotrafico y la prostitución; probablemente tuvieron una disputa de territorios, problemas con la mercancía... lo típico. Yo sólo hago mi trabajo.
Apretó los dientes, bajando la vista a la cadena que había tomado del muchacho que acababa de asesinar, recordando al moreno que se llevó un par de llaves que colgaban de su cadera.
Sintió su sangre calentarse ante sólo el pensamiento de haber sido engañada tan fácilmente por una rata como él.
-...¿No sabían nada del chico?-murmuró, alzando la vista de nuevo al albino-¿Dónde se dirige?
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Como era de esperar, una mercenaria como ella no hacía preguntas ni se cuestionaba los objetivos de sus jefes. Además de que cualquier cosa que ella me dijera podría no ser verdad, o podría decirme la verdad pensando que es la verdad pero en realidad no es la verdad porque su jefe le halla mentido, o incluso podría ser que el jefe le dijera la verdad, pero ella no se lo creyera y me estuviera diciendo lo que ella creía que pasaba. Bueno, después de quedarme pensativo por un momento, la desaté.
-Sabes, no busco información tan especifica... Solo dime donde puedo encontrar al cliente y yo mismo le preguntaré sus razones.-dije tranquilamente, como si supiera que tarde o temprano cedería, aunque no lo tenía del todo seguro.- Y sobre el chico...Al parecer era nuevo en la caravana, habían hablado con el un par de veces como mucho y no sabían nada sobre él en realidad.- A decir verdad, el chico ese me ponía de muy mala ostia y me daban ganas de reventarle toda la puta cabeza contra el suelo por habernos liado aquel pollo.
Cansado de la situación y con ganas de hacer algo ,me subí a Roadyag y me dispuse a despedirme, aunque pensándolo mejor, ¿Por qué no llevar a la morena a su base y de paso le pregunto un par de cosas a su jefe? Ni que ella fuera a aceptar, pero por probar...
-¿Quieres que te lleve? En Roadyag llegaremos en nada a donde sea que se encuentre tu base.-ofrecí,bastante orgulloso de mi chopper, mientras me rascaba la nuca.También podría aprovechar y hablar con alguien durante un viaje, que tampoco estaba mal
-Sabes, no busco información tan especifica... Solo dime donde puedo encontrar al cliente y yo mismo le preguntaré sus razones.-dije tranquilamente, como si supiera que tarde o temprano cedería, aunque no lo tenía del todo seguro.- Y sobre el chico...Al parecer era nuevo en la caravana, habían hablado con el un par de veces como mucho y no sabían nada sobre él en realidad.- A decir verdad, el chico ese me ponía de muy mala ostia y me daban ganas de reventarle toda la puta cabeza contra el suelo por habernos liado aquel pollo.
Cansado de la situación y con ganas de hacer algo ,me subí a Roadyag y me dispuse a despedirme, aunque pensándolo mejor, ¿Por qué no llevar a la morena a su base y de paso le pregunto un par de cosas a su jefe? Ni que ella fuera a aceptar, pero por probar...
-¿Quieres que te lleve? En Roadyag llegaremos en nada a donde sea que se encuentre tu base.-ofrecí,bastante orgulloso de mi chopper, mientras me rascaba la nuca.También podría aprovechar y hablar con alguien durante un viaje, que tampoco estaba mal
Re: El frío viento de un lugar cálido [Libre Max. 2] [Cerrado]
Observaba al albino, desconfiada, sin comprender el por qué metería sus narices en asuntos ajenos.
Al final, sólo iba a hacer un juicio basado en su propia opinión personal e iba a matar a ciegas a quien quisiera, si él creía que era 'justo'.
Suspiró, revelando su clara decepción al no poder saber nada sobre el muchacho. La rabia aún seguía ahí, si bien más apaciguada, exigiendo sangre y compensación. Odiaba a las ratas rastreras como aquél moreno.
Alzó la ceja, observando al chico, ahora en su moto.
-...No. A diferencia del niñato, yo sí soy leal a los míos-gruñó, asegurando que no había perdido ninguna otra pertenencia, finalmente volviendo a mirar al chico sobre la moto-No pienses que estamos en deuda.
Entrecerró los ojos, retrocediendo varios pasos para alejarse del chico y su moto, observando cómo éste arrancaba y se marchaba, dejándola atrás. El olor de las cenizas junto con el humo de la moto la hizo estornudar, tomando la máscara de gas para ponerla sobre su rostro y ponerse en marcha de vuelta hacia la ciudad, donde la esperaban las recompensas.
Al final, sólo iba a hacer un juicio basado en su propia opinión personal e iba a matar a ciegas a quien quisiera, si él creía que era 'justo'.
Suspiró, revelando su clara decepción al no poder saber nada sobre el muchacho. La rabia aún seguía ahí, si bien más apaciguada, exigiendo sangre y compensación. Odiaba a las ratas rastreras como aquél moreno.
Alzó la ceja, observando al chico, ahora en su moto.
-...No. A diferencia del niñato, yo sí soy leal a los míos-gruñó, asegurando que no había perdido ninguna otra pertenencia, finalmente volviendo a mirar al chico sobre la moto-No pienses que estamos en deuda.
Entrecerró los ojos, retrocediendo varios pasos para alejarse del chico y su moto, observando cómo éste arrancaba y se marchaba, dejándola atrás. El olor de las cenizas junto con el humo de la moto la hizo estornudar, tomando la máscara de gas para ponerla sobre su rostro y ponerse en marcha de vuelta hacia la ciudad, donde la esperaban las recompensas.
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Dom Sep 18, 2016 7:02 am por Dolunay
» Idea, Idea
Jue Ago 18, 2016 6:02 pm por yukiji
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Miér Ago 17, 2016 8:52 am por Bad Wolf
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» Busco Busco ~~
Sáb Ago 13, 2016 1:44 am por Kurumi tokisaki
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